Cada uno tendría que convertirse en, domador de su destino. Cuando era una niña, me faltaba, aprender a escribir bien mi lengua materna, hablar bien, a darme cuenta por mí misma cuando prestar ayuda en los quehaceres domésticos por ejemplo. Aún así veo que fui muy buena jeje.
Estas cosas no lo aprendí de la noche a la mañana, me costó unas cuantos berridos, palabrotas, desilusiones, impaciencias, esfuerzos de toda índole y años, cuando fui adulta terminé por "comprender" ciertas cosas, no digo que "haya terminado de aprender :)"
A la fecha me sigo esforzando para escribir bien, tengo dudas en como se escribe determinada palabra, hace escasos cuatro años, llevando cinco nací de nuevo se podría decir.
En ese nuevo renacer, vino la clarificación de mi existencia y entre ellas ¿cómo hablar correctamente? Se puede decir que desde esas fechas hubo grandes deseos de andar a solas con mis pensamientos y mis sensaciones, terminé enamorándome de mí.
Sentí una liberación sosegada, indescriptible. Comprendí claramente que Dios, a quien siempre imploré, pero también de quien blasfemé se había apoderado de mí ¡Que lindo!.
A la fecha me sigo esforzando para escribir bien, tengo dudas en como se escribe determinada palabra, hace escasos cuatro años, llevando cinco nací de nuevo se podría decir.
En ese nuevo renacer, vino la clarificación de mi existencia y entre ellas ¿cómo hablar correctamente? Se puede decir que desde esas fechas hubo grandes deseos de andar a solas con mis pensamientos y mis sensaciones, terminé enamorándome de mí.
Sentí una liberación sosegada, indescriptible. Comprendí claramente que Dios, a quien siempre imploré, pero también de quien blasfemé se había apoderado de mí ¡Que lindo!.
Esas experiencias vinieron, acompañadas de una limpieza profunda y dolorosa, pero no importaba porque estaba claro en mí, comprendía ¿qué encerraba? los ¿porqués? y ¿para qués? de mis esfuerzos, haciéndose tangible en el libro La Emperadora.
Ahora, aunque en el caminar haya detalles que no comprende mi razón, sé por mi comprensión y mi preparación en ello, lo agudicé hasta lo profundo ¡de qué va la cosa!
Lo que experimento día a día, puede hacerlo cualquier mortal, "cualesquiera" y lo más importante "dondequiera" todos los mortales estamos evolucionando no en cuerpo, sino mas bien en alma.
Cuando otro mortal más comprenda en la profundidad de su Ser (...) se interrumpió mi inspiración por una llamada telefónica. Lo dejo aquí, deseando que, se enamore y permita que Dios se apodere de usted también, solo de esta manera nacen los cambios, el bien, la santidad.
Su hermana ;)
Su hermana ;)
