La escritura para mí es una especie de liberación, es la plataforma donde me puedo dar rienda suelta.
Y ahora es mi intención escribir sobre servir porque si pongo solo servir a la humanidad, se puede entender que solo se puede servir a los humanos y el servicio para mí no es exclusivo a los humanos.
El Servicio es integral, como lo veamos en todo está el palpito de Dios, su hálito de vida, independientemente de lo que este represente, sea una carbón o un diamante, sea un balde de lata o un reservorio de granito, sea un rey o un campesino, sea un artista o vil ladrón, sea un asceta o una prostituta
También para Nilda, el hálito de Dios está en los animales, las plantas, los minerales, el medio ambiente, las cosas que son útiles y las que no, son útiles, de esta aceptación nace un respeto por todo lo existente o lo creado.
He regresado a mi tierra, es lo que anhelaba y latía fuertemente en mi corazón, estoy más de un año en mi tierra, y puedo decir que estoy asentada, me llevó casi un año, pareciese que lento, pero realmente estoy al 1000 jejeje.
Después de tres décadas de estar fuera, regresar a la tierra que me recibió es un sueño hecho realidad, he venido para hacer realidad lo que sentí, cuando tenía tan solo 18 años, para hacer realidad esos deseos rebeldes de los 13 años.
Cuando tenía 25 años biológicos y esos deseos veía no se hacían realidad, ni evidente y encima eran tiempos duros, intensos, cansados y parecía un torbellino, agotador y agitador, de tanto insistir, tanto trabajar, estudiar.
Al llegar a mi existencia conocimientos que desconocía hasta ese entonces, pero me dispuse con atención y esmero a enterarme de que iba la cosa, entendí porque latía fuerte en mí, el servicio a mi colectividad o a mi comunidad.
Es donde comencé a darme cuenta que siempre serví a mi prójimo, siempre estuve atenta a dar protección a los débiles, abrigo al que lo necesita, alimento al hambriento, una palabra de apoyo al que necesitaba consuelo, un abrazo a donde hiciese falta, una mirada sincera, escucha activa a quien necesite que solo lo escuche, sin preguntas, sin reparos, sin consejos.
El servicio está envuelto en un manto invisible de todo lo bondadoso, amable, atento, respetuoso, sincero, podría escribir listas en lo que el servicio está presente, no obstante resumiré en unos cuantos para entenderlo,
Cuando cuando alguien manda un mensaje de rechazo hacia alguien y lo acepto en silencio sin condenar.
Cuando aplaco un chisme sin condenar
Cuando disminuyo el trabajo de alguien, haciendo yo misma ese trabajo.
Se sirve también cuando uno es atento, educado, cuando uno regala una sonrisa, una mirada sincera.
Cuando uno respeta la intolerancia y/o ignorancia del otro.
El servicio como acabo de decir está en esos actos sencillos, rutinarios, simples.
Servir es hacer que el momento del otro ser, sea mucho mejor en mi presencia y con mis atenciones, a conciencia, es hacer que ese momento sea menos pesado, porque le ayudaré su carga en ese momento, procuro siempre que sea así, aunque en lapsos puedo romperlo.
Si rompo puedo darme cuenta y vuelvo a unir y seguir en mi servicio atento, consciente, lastimosamente un acto de sincero servicio no puede quedar siempre plasmado, por que el servicio no se puede ensayar, sucede como respirar, segundo a segundo.
No hay tiempo para repetir porque, simplemente ES, se puede posar para un evento como una graduación, más no para un acto de servicio sincero.
Atentamente.
Nilda Torres Figueroa
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