martes, 9 de agosto de 2016

La comodidad, sólo puede parir infelicidad larga

Y a veces permanente, ¿Cómo lo veo la comodidad? lo hablaré en primera persona, para que me pueda comprender. La Comodidad muchas veces es ver que la vida de la otra persona es más llevadera que la nuestra, es creer que si yo tuviese su suerte mi vida sería de otra manera, es buscar en el exterior, en mis padres, mis hermanos, mi pareja, en un puesto de trabajo esa comodidad, la misma que creemos que será la que nos dará la felicidad que creemos que vemos en otros. La comodidad es querer cosechar antes de sembrar,  es cosechar sin querer pagar un precio.

La comodidad con el tiempo se hace más grande, que se necesita más de todo lo anterior descrito para sentirse algo mejor. Como no hay nadie quien llene esa comodidad se convierte en una infelicidad grande muy grande, un vacío que aparentemente no hay nada con que llenarlo, por ello algunos recurren a las fiestas, a las relaciones esporádicas, a las compras si es que hay dinero, pero que pasa si no hay, nace una frustración y de ahí desencadena una serie de problemas, desgano, desaliento, enfermedad, mal humor y más pereza, porque después de todo de ahí nace la comodidad de la pereza, de dejarlo para mañana, para que el otro haga mis tareas. La pereza nos convierte en cómodos y la comodidad en egoístas, si somos egoístas somos una carga para alguien o varias personas y eso a la infelicidad, nos rechazarán con el tiempo o en algún momento, nadie soporta por mucho tiempo a seres que pesen, ser una carga, no atrae, no enamora. Hoy hablé de la comodidad, pero hablaré de su opuesto en otro momento ¿vale? Nilda TORRES FIGUEROA.

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